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¿Para que sirve el cine? ¿Sirve en realidad?, ¿o es un especie de
capricho vacío solo cercano a tipos que tienen la plata o quieren
lavar su dinero aspirando a cierta extraña y autoreferente idea
de “prestigio”?. Suele suceder que cuando ponemos el ego personal
por sobre el mensaje que la película contiene, damos pie a ese tipo
de malentendidos. Pero retomemos la pregunta, ¿tiene algún
sentido social el cine?.
Claro que si, hasta ahora no se me ocurre que puede aportar mas
a una ciudad, que tipos insertándose en ella, atentos a su movimiento
y que puedan sacar algo en limpio de ahí, espacios abiertos a la
sorpresa, al error, a la ambigüedad, el cine puede darle sentido a todo
eso y de paso, dar ciertas luces que indiquen hacia donde nos dirigimos.
Una de las razones por las que debería haber apoyo estatal por lo
menos en teoría, y no me refiero al siempre conflictivo punto del
dinero, sino que a algo mas sutil, a cierto tipo de apoyo moral,
(bueno, el hambre siempre esta primero) pero apoyo, que de alguna
manera, facilite la vía a los zafados que con toda ingenuidad, deciden
dedicarse a algo que no necesariamente tiene como fin último una
contribución al norte millonario… sino ayudar a mejorar la ciudad con
manifestaciones que la activen. Porque hablamos de poner tu estómago en
algo que no intenta pasarle de antemano gato por liebre a la audiencia,
sino que de alguna manera, revocar cierto nerviosismo crónico y
disperso que inunda en general las ciudades, no quiero sonar frío, en
realidad esto se llama crónicas rosas, pero sentémonos, relajemos,
silencio también, quizás.
Luego pensemos cuales son las cosas que nos hacen mejor,
¿cuantas actividades gratis entran dentro del paquete?

El cine parte cuando comenzamos a medir las distancias subjetivas,
esos intermedios ambiguos y extraños que llamamos intersticios y
que aplicamos con cierta idea de fragilidad en el tiempo.
Cada encuadre es una especie de ideograma dispuesto de manera coherente
en su individualidad, pero debiéndose por completo al conjunto que lo
sostiene e implica, esa idea ronda también la novela, se puede ver de manera
mas explícita en la Intro.
En un buen equipo no hay jerarquías. El video posteado mas abajo, habla
sobre eso, ahí solo se trata de roles, quizás algunos mas protagónicos
que otros, en este caso encarnado en forma de vocalista de banda, pero en
el fondo eso no tiene importancia, cada uno de los integrantes en un rol
esencial, su propio rol, todos cantan y todos sudan de manera copiosa,
llega un minuto de acople tan completo y honesto, que todas las aprensiones
que podías tener en principio, sobretodo con las dificultades que el ego tiene
para adaptarse, se extinguen y no queda mas que el resultado
grupal perfectamente ensamblado, moviéndose y sabiendo, sobretodo,
cuando mantenerse en silencio.
Que pasa con el asunto económico entonces, cuando todo lo demás funciona
relativamente en orden? ¿o es primero la plata y después comenzar la
pega de grupo?, desde esa postura ingenua e idealista que apela a las
complicidades creadas, me gustaría pensar que el dinero queda en un
plano secundario, aunque continuamente la realidad me pruebe lo contrario…

Generalmente hay dos tipos de películas, aquellas que prefieren
escribir un guión muy detallado y seguirlo paso a paso en el período
de filmación intentando evitar malentendidos y sorpresas non gratas,
y otras que solo prefieren tenerlo como guía para dejar margen y
espacio a las sorpresas, ya sean desagradables o completamente inesperadas
y perfectas, donde el medio deja de ser el mensaje y retoma el rol que
mejor cumple, el de trasmisor y receptor de ciertos accidentes
potencialmente conmovedores.

Pensando en el posteo de la canción satélite del amor (poco queda
para bombardear con autitos de juguete y publicidad cosmética el espacio,
el vacío, el maldito silencio contaminado por matones de quinta.)
me acuerdo de la película que me hizo revalorar a Lou Reed, se llamaba
-Blue in the face- y en realidad no era muy buena, pero tenía una
estructura original, contando según diferentes viñetas extractos de vidas
en rincones anónimos de la ciudad. En una de esas viñetas aparecía él,
diciendo que en realidad no temía el desorden y que las cosas
f'uncionaran de manera errada, cierto encanto hay ahí, lo que de verdad
me aterroriza, decía, es viajar a países donde el funcionamiento
milimétrico y preciso de cada uno de los engranajes sociales, por
lo menos con respecto a la planificación urbana, no dejan ningún
margen a la duda, a la sorpresa, eso realmente me aterra, decía,
pensar que tu vida esta planificada de antemano. (1)


Un segundo por la tangente: La Arquitectura, una de las disciplinas
que mas influyen en nuestra salud mental, hoy solo contribuye a
nuestra pereza o terror a dejar las paredes que nos envuelven la mayor
parte del día. Pero los arquitectos en general, tipos bien intencionados
pierden pie frente a los ingenieros y constructores. Los primeros,
demasiado seguros de sí mismos, con modelos que parecieran sostenerse
de manera impecable en los planos, pero que se caen a pedazos al
interactuar con el humano que los habita, los segundos, apurándose y
dejando de lado asuntos básicos en pos de ser rentables rápido.

Maravillas del ser humano: llegó el edificio departamento.
Y el ejemplo no lo creo demasiado alejado del caso de los cineastas.
La extraña y amplia palabra cultura, no tiene nada que ver con terapias
ni riquezas de espíritu como constantemente salpican cierto tipo
de bohemios ga-ga, si no como una fuente de riqueza material, aunque
no lo crean, reflejos hacia una ciudad que despierta, disparo a la
delincuencia simplemente ocupando las calles y los espacios
disponibles, activándolos. Ya sabemos, los lugares en desuso solo
atraen suciedad y abandono.

No se porque decimos que esta ciudad ya es así y no tiene por
donde mejorar, los empresarios reclaman por este país y parten
a gastar la plata (que ganaron acá) en latitudes que si valen la pena…
mientras los pobres se pudren en sus madrigueras de cartón que
los mismos empresarios les construyeron en serie.

Probablemente esta digresión crítica-latosa no venga mucho a
cuento, sobretodo cuando nos convoca una palabra mas auspiciosa,
cine, pero en realidad si, esas ciudades que todo el mundo dice adorar,
deben en gran parte su desarrollo a las visitas atraídas por
encantos arquitectónicos y manifestaciones culturales, no se me
ocurre mejor disciplina que el cine para generar historias y
potenciar una ciudad, tampoco se me ocurre mejor negocio turístico,
quizás el del sexo, pero al leer las novelas de Houellebecq nos
damos cuenta como termina por ahí.


Y esas ciudades que tanto admiramos, no partieron siendo así, ¿no?

Vivimos en la cultura del hobbie, en el ok, ten eso como divertimento…
en chile no resulta, tienes que salir fuera y bla bla bla….
consíguete algo de verdad y en tus ratos libres desarrollas
lo otro…el capricho.


Para tener tipos como Lynch, un ex limpia retretes por su sueño,
ciertamente necesitamos un acto de fe enorme, de seguro mas
intenso que el trabajo de oficina, pero…eso nos da de comer y
no hay mucho mas que acatar y domesticarse…

¿serán todavía muy poco los desadaptados? o mas bien cunde
la pereza y el desgano, lo digo porque en el pasado, la gente ha
salido a tomarse las calles por mucho menos.

Historia potencial para la ciudad de santiago
El Revolucionario __¿…Humor negro?

Encontremos un formato adecuado de prueba y error que se
emparente de alguna manera con la pantalla de cine. Por ejemplo:
hojas blancas (pueden ser oficio) conseguirse un lápiz y ocupar
como un maníaco cientos de esas hojas, garabatear sobre ellas,
doblarlas, olerlas, cortarlas en pedazos, ocupar su geometría
en hacer piezas de origami y arrugarlas hasta entender los pliegues.
Intentemos pensar en el traspaso de algo que en principio solo
contenía dos dimensiones y que ahora, posee tres.

Luego, cuando pienses que el formato ya inunda tu cabeza,
cuando de alguna manera has entendido la profundidad de campo,
comienza a proyectar diferentes sonidos a las rallas, conocer el
encuadre lo suficiente como para sentirte cómodo y poder
ocuparlo en algo tan subjetivo y arriesgado como el relato de una
historia.


No se trata de ser “creativo”, la materia no se crea ni se destruye,
solo se transforma. El tipo creativo tan boga hoy por hoy,
no es mas que un embustero o simplemente un alma cándida e inocente.


El lápiz y el papel son fundamentales.

Y llega finalmente el día en que tenemos que llevar estas ideas
a la práctica, los actores deben entender que sucede por tu cabeza
y por que mierda tu historia puede interesarle a la sociedad…
las nociones de envolvencia, atmósferas, intercambios, diálogos,
sutilezas, deben reflejarse en una pantalla real, y…-pánico-
...
la música que compones y los platos rotos envolviendo un
fragmento relativamente corto de tiempo (alrededor de dos horas)
de un trabajo largísimo y agotador, pero esta claro: hay que ir a por ello.


Una mañana, K despierta y a su alrededor todo ha cambiado,
las proporciones de los objetos ya no le parecen las mismas,
su mente fuera de fase y foco, sus extremidades no responden
como el quisiera, extrañeza apoderándose de la escena y K,
nuestro protagonista se introduce en una espiral angustiante
de encierro y confusión, su familia que lo rodea, comienza
a preocuparse profundamente cuando aceptan la evidencia
de algo atroz, K a dejado de ser humano y se transformó en
otra cosa, pero que!! ¿un insecto? ¿un monstruo?.


Ficción: Hace tiempo, vi muchas caras de espanto y luego extrañeza en ciudadanos de la región, digamos, del Maule cuando la película Cabeza Borradora llegó por casualidad a un cine de ese lugar, los habitantes no sabían si lo que estaban viendo era una broma o francamente una estupidez. Cuando finalizó, yo me mantuve firme e intenté explicarles porque la película podía ser considerada una gran primera película, porque… me preguntaron ellos, bueno, les dije, porque es una película honesta… todos me miraron como si les estuviera tomando el pelo, que de repente por ser ellos de región podía venir un maldito santiaguino a venderles una pomada que muy lejos estaba de su cotidianidad, pero yo me quede quieto e intente expresar convicción y seriedad, ellos dijeron que la razón, honestidad, no tenía mucha importancia, que cualquier primera o segunda o tercera película podía ser honesta, con las tripas del director x pero que en el fondo eso no las salvaba de ser malísimas.
Si, tienen razón, me acuerdo que dije quedándome en blanco. La honestidad puede no ser tan relevante, frente a carencias del guión, frente a la banda sonora, frente a las actuaciones etc. etc. Pero lo que les intento decir es otra cosa, me refiero al riesgo, a esa ansiedad que recorre las personas que tienen mucho que perder pero también mucho que ganar, a esas personas que creen tener algo propio y por un acto que nadie sabría expresar muy bien, pierden el miedo a mostrarlo tal cual se lo imaginan y lo llevan hasta el final. Me refiero a ese tipo de honestidad desprejuiciada que si pretendes entender de antemano, mandas todo a la mierda.
Y aquí llegamos al punto mas importante, dije, la ingenuidad, la simple razón por la que ese director hizo la película fue por ingenuidad, aún con los innumerables problemas que había tenido en el transcurso de su vida seguía manteniendo la necesaria fe como para no diluirse pensando en los inconvenientes y que el esfuerzo después de todo, podía no servir para nada.